«Amarás el prójimo como a ti mismo»
El ser humano, debido a la educación que recibe, vive en el constante juicio, rechazo y represión. La asignación de culpa a los demás no es sino la asignación de culpa a uno mismo que, lejos de ayudarnos a sentir responsabilidad por nuestra vida, nos hunde más y más en la miseria. Esto es lo que nos enseñan desde pequeños y es lo que nos convierte a la vez en esclavos y esclavistas. Nosotros somos nuestro mayor represor.
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